La lectura es aburrida y solitaria

 

Que leer sea bueno, no significa que sea gratificante. Debido a su asociación con la escuela y el aprendizaje, la lectura es vista como una obligación y no como recreación. De hecho, muchos profesores y padres de familia (que deberían fungir como promotores) utilizan la lectura como castigo y por el contrario, la televisión, los videojuegos e incluso internet son vistos como recompensa.

Aunado a esto, se encuentra la percepción que se tiene del lector como individuo; para muchos, el lector es visto como una persona culta, conocedora, estudiosa, intelectual, sabia y crítica, sin embargo, no en todos los sectores estos atributos son positivos. Para los escolares, por ejemplo, el estudioso recibe una serie de críticas, tal como lo menciona Petit (1999) dentro de una de sus investigaciones  “ Los adjetivos atribuidos al alumno que gusta de la lectura por alumnos de liceos técnicos o profesionales en Francia: bufón, cerebrito, lentudo, hijo o hija de papi, alguien que no debe sentirse muy bien en su pellejo, sin personalidad, alguien que se cree más listo que los demás, un enfermo, un trabado, un solitario, alguien que da flojera” (p. 133)

Debido a esto resulta obvio que los jóvenes,  ante la necesidad de pertenencia y aceptación, rechacen la lectura por temor a ser etiquetado como nerd y acreedor de todos los adjetivos que ello implica.  Por si fuera poco, leer es una actividad mayoritariamente individual y “Los soñadores, o los lectores, son considerados asociales, incluso antisociales” (Petit, 1999, p. 86)

Tal vez por ello muchos relegan la lectura a los tiempos muertos (en el transporte público o en salas de espera) como última alternativa, pues se cree que leer es equivalente a no hacer nada. “En cuántas familias, por ejemplo, los niños son alentados a leer porque parece que eso podría ser útil para sus estudios, pero provocan irritación cuando alguien los encuentra con un libro en las manos y perdidos en sus fantasías” (Petit, 2001, p. 52)

Quienes se atreven a leer son juzgados, son vistos como flojos e improductivos, pues cualquier otra actividad tiene un propósito obvio, pero leer es en pocas palabras perder el tiempo.

LAS INVESTIGACIONES

 

¿Quiénes son los lectores?


La investigación dirigida por Magaloni (1994), en la que participaron 422 personas adultas dela Ciudad de México, se realizó con el propósito de determinar la conducta y hábitos de lectura de las personas. Para dicho estudio se clasifica a los entrevistados según su nivel de lectura (frecuente, promedio o esporádico), el cual es determinado con base a varios indicadores como frecuencia, autopercepción y tiempo que se dedica a la lectura.

Resultados

  • Los lectores esporádicos consideran a los libros poco interesantes (32.5%) y aburridos (18.9%).
  • Los tres grupos coincidieron en opinar que la lectura es una fuente de aprendizaje y cultura; sin embargo, mientras que el lector frecuente considera que la lectura propicia el desarrollo integral y proporciona placer, para el esporádico la lectura entretiene o aburre
  • La lectura concebida como una forma de recreación decrece junto con los niveles de lectura

 

LECTOR FRECUENTE

LECTOR PROMEDIO

LECTOR ESPORÁDICO

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