El doble discurso
Aunque las ventajas de leer son de sobra conocidas y nadie se atreve a refutarlas, existe un doble discurso en las personas que no son lectores, por un lado asumen que leer es bueno, pero no tienen la mínima intención de leer. Esto es una característica de las familias inhibidoras, consideran que la lectura es necesaria para estudiar y motivan a los hijos a leer, pero no creen que a ellos (no estudiantes) les pueda beneficiar.
Que la lectura únicamente sirve para estudiar es quizá la más común de sus representaciones sociales, lo que impide que aquellos que no están en un ambiente escolar se interesen en la lectura, para ellos es inconcebible asumir que la lectura es una forma de recreación. Aun cuando otras actividades como mirar televisión tienen menor valor simbólico, las personas las prefieren siguiendo su condición humana de hacer el menor esfuerzo.
Incluso algunos cuestionan el doble discurso de quienes se dedican a promover la lectura, Arguelles (2003) señala que “Muchísimos funcionarios, editores, maestros, padres de familia, profesionales y promotores del libro saben que leer es positivo, dicen que es provechoso, pero muchos de ellos están muy ocupados en alabar esas virtudes como para tener tiempo de haraganear con un libro… Ellos están seguros de que el hábito de la lectura es bueno, pero no tienen la más remota experiencia de por qué es bueno” (p. 28)
Sin duda es contradictoria la concepción que se tiene de la lectura y los bajos niveles de ésta, tal vez debido a la asociación que se hace del lector y del mismo acto de leer, pues si bien la mayoría considera que leer es bueno, también consideran que es una actividad aburrida y solitaria. Es decir, existen otras representaciones sociales que desalientan a los individuos a leer.
LAS INVESTIGACIONES
La lectura infantil: del placer a la tortura:
En su tesis, Samantha R.Redondo (2013) investiga a las familias de un grupo de niños de 8 a 12 años para identificar cuáles son los significados culturales que estos niños tienen sobre la práctica de la lectura y cuáles son hábitos de lectura.
Resultados
- Los niños saben que la lectura les brinda grandes beneficios, pero lamentablemente no la practican.
- “El interés que los padres de familia muestran ante la lectura y el cómo acercarla a sus hijos es a veces una cuestión muy contradictoria, pues los tratan de estimular aparentemente a que lean les atrae que sus hijos sean los lectores más fervientes del salón e incluso de la familia, pero casi nunca se sientan a lees con ellos por falta de tiempo, cansancio, apatía y demás cuestiones ajenas o propias a la vida cotidiana” (Redondo, 2013, p. 115)