ENTORNO SOCIOECONÓMICO
El nivel socioeconómico es un indicador que permite conocer las características de la población, ya que engloba a la economía, educación y condiciones sociales.
No hay que olvidar que “los hábitos de lectura o escritura de los individuos, no más que sus otros comportamientos sociales, no pueden estar separados del contexto en el cual tienen lugar” (Poulain, 2011, p. 201). Es por ello que al hablar de formación de lectores es necesario hablar de contextos sociales.
Algunos estudios reportan una relación directa entre nivel socioeconómico y el nivel de lectura, a mayor nivel socioeconómico hay más posibilidades de ser buenos lectores. Las familias de este nivel cuentan con ciertas características que los hace más susceptibles de ser lectores, por su condición social casi todos los miembros concluyen su educación en comparación con los miembros de las familias de nivel socioeconómico bajo en donde los padres apenas saben leer y escribir. Se ha demostrado que conforme aumenta el nivel escolar del individuo también aumenta el nivel de lectura y considerando que los padres son los primeros estimuladores, resulta lógico que las familias de alto nivel sean mayoritariamente facilitadoras de la lectura.
Otra característica es el acceso a los materiales de lectura, la solvencia económica les permite adquirir mayor cantidad de textos que los individuos de bajo nivel socioeconómico, pero además pueden acceder a todo tipo de formatos (libros, periódicos, revistas, comics), es decir no solo influye la cantidad sino la variedad de textos. Y sin duda, asistir a diversas actividades culturales relacionadas con la lectura (teatro, ferias de libro) es más frecuente en los niveles socioeconómicos altos, lo que incrementa las posibilidades de acercamiento con la lectura
Así pues, es muy fácil pensar que los individuos de nivel socioeconómico bajo no leen porque sus recursos para acceder a la lectura son muy limitados, pero si la falta de lectores se debiera a la economía podría resolverse casi de manera inmediata siguiendo la filosofía de Vasconcelos: regalando libros e instalando más bibliotecas. Sin embargo, el problema es mucho más complejo, hay grandes lectores, escritores y gente dedicada a las letras que provienen de un nivel socioeconómico bajo y personas con basta solvencia económica que no leen, por ejemplo:
- En Francia, según las investigaciones de Petit (1999) “ la tercera parte de los hijos de obreros leen por lo menos un libro al mes, y la tercera parte de los hijos de los empleados de alto nivel leen menos de un libro al mes” (p. 145)
- En México, de acuerdo con la ENL 2006, 11.1 % de las personas de nivel socioeconómico medio alto y alto reportó que no ha leído libros durante el año
Tal vez la diferencia este en el currículum oculto que se refiere a las normas, valores, actitudes, costumbres, creencias y símbolos que el individuo adquiere de la sociedad en que se desarrolla. Se denomina oculto, ya que no se enseñan, sino que el individuo las va infiriendo al interactuar con los otros. De esta manera, en una sociedad poco lectora, el individuo aprenderá que los libros tienen poco valor.
Desafortunadamente en México “existe un analfabetismo cultural (que es algo mucho más que funcional) representado por las personas que aun sabiendo decodificar una palabra, una frase, una oración, un párrafo, una página, al mismo tiempo no sólo carecen del hábito de leer sino que, además, no creen que la lectura cotidiana de libros constituya una experiencia digna de disfrutarse” (Arguelles, 2002, p. 41). Este fenómeno se ha extendido entre la población y se fortalece con las representaciones sociales negativas de la lectura así como la incursión de nuevos formas de entretenimiento que al parecer son más atractivas, o por lo menos más satisfactorias.
Tal como se observó en las familias facilitadoras, el valor que se le da a la lectura es crucial para la formación de lectores pues de ello derivan otros elementos como el ejemplo y la presencia de libros en casa. Pero en una sociedad donde prevalece el “analfabetismo cultural” el currículo oculto dictará que leer no es necesario.
Tras varias investigaciones sobre lectores, Petit (1999) menciona que “puede resultar menos paralizante tener padres que, aunque analfabetos, valoran positivamente los conocimientos y el libro, que padres que tuvieron una escolaridad caótica y que siguen teniendo una relación muy ambivalente con la escuela, la cual van a transmitir a sus hijos de forma consiente o no” (p. 149)
Así pues, más que la situación económica lo que verdaderamente influye en la formación de lectores, particularmente en sectores de nivel socioeconómico alto, es la cantidad de acercamientos con la lectura y las representaciones sociales que en estos contextos se manejan de esta. Aunque si hay una relación directa entre el nivel económico y la lectura, esta es consecuencia del nivel educativo de los padres, del acceso a diferentes materiales de lectura y actividades culturales, de la educación que se recibe y sobretodo del valor que se le da a la lectura. El dinero por sí mismo no genera lectores, se necesita un ambiente que estimule a la lectura.
LAS INVESTIGACIONES
Aún cuando las investigaciones sugieren que el nivel socioeconómico esta directamente relacionado con la formación de lectores, también se demuestra que el poder adquisitivo no es lo escencial.
- Papel de la escuela y la familia en la formación de hábitos de lectura
- Los padres y la conducta lectora infantil
- Encuesta Nacional de Lectura 2006